sábado, marzo 17, 2007

A quien una vez yo llamaba "amigo"

Estimado señor -porque tengo razones para estimarlo

La amistad no se mantiene por encuentros casuales. En todo caso, nace por encuentros casuales, sí, pero a partir de ahí ya no se alimenta de felices encuentros en los lugares menos pensados. Es algo más riguroso, pero no implica ningún esfuerzo, o casi, pero no cuesta nada y a la vez vale mucho.

No creo en los instantes absolutos, al menos porque no tengo antecedentes como para creer en ellos. Las cosas se desarrollan y llevan su tiempo, que puede ser breve o no. No creo que tenga que explicar estas cosas. Nadie adquiere la calidad de amigo instantaneamente.

A lo que quiero llegar es a los motivos por los cuales llegamos a ser amigos, por las cosas que vivimos juntos, por los momentos, las alegrias, las discusiones, los descubrimientos, las tardes, las noches, las confesiones y las triviliadades que compartimos. Incluso los aburrimientos que compartimos. Pero la amistad se funda principalmente en compartir, eso es lo que yo creo, al menos; y claro: en el interés mutuo, o más benignamente, la solidaridad.

Rotos los lazos de solidaridad, rota la relación entre los hombres. Y la confianza y la camaradería que una vez hubo, se guardan en el álbum de fotos de los recuerdos. Pasa a ser esas anécdotas que contamos desde entonces.

Admito, por un lado, que no te olvidé. Admito, también, que me sentí feliz de que no te hayas olvidado de mí. Pero creo que es responsabilidad de ambos, y eso, estimado señor, claramente te incluye, admitir que aquel momento haya sido nada más que un mero y casual encuentro; que para mi, como creo que lo dejé implícitamente bien en claro, no tiene valor alguno. Y lo más importante de todo, admitamos los dos que ya no éramos amigos, sino solo conocidos.

Para mi quedaste en el pasado. Prefiero así, y ningún encuentro casual puede hacerme cambiar de opinión.

Sentite libre, en caso de leer estas líneas*, de querer romper tal relación de desconocimiento y de generar, con la garantía de mi total adhesión, un encuentro NO casual para revivir o al menos desenterrar lo que una vez fue nuestra amistad.

No tengo nada más para decirte.
No te deseo absolutamente ningún mal.

Atte.
A.


*cosa que dudo absolutamente y esto es básicamente escribir "al aire" -o a internet q es lo mismo.

2 comentarios:

Charly Santos dijo...

Te traicionó este muchacho o simplemente cayó en el olvido?

El Rubio dijo...

simplemente cayó en el olvido