miércoles, octubre 29, 2008

el Individuo Universal

¿Quién es el individuo universal? ¿Qué es, de dónde viene? Hace tiempo que con la globalización, Internet y tantas otras cosas acabamos por ser nada más que individuos. Las unidades de un sistema imperfecto pero omnipresente. “El sistema” del que todos hablan y al que todos nos somete, nos define, nos da identidad y al que debemos adaptarnos como sus engranajes. Esos son los individuos, viviendo sus vidas individuales, relacionándose individualmente con ciertos vínculos (y, sobre todo, alienándose de muchos otros vínculos) y actuando bajo el dogma del individualismo. ¿Quién no es individualista? Sinceramente, no creo en nadie que se niegue como individualista. Tampoco culpo a nadie por no poder dejar de ser individualista. En cierta medida, estamos condenados a ser individuos individualistas.

Un individuo es cualquier persona, pero sobre todo, es diferente a todas las demás. Reitero, se es más individuo por ser diferente a otros que por ser uno mismo –su propio modelo de individuo. Somos individuos, hacemos cosas que otros no hacen, compartimos cosas que otros no comparten, creemos, pensamos, decimos cosas que otros no creen, piensan ni dicen. Eso es ser individuo: estar alienado y no poder hacer nada al respecto.

Alienación… La alienación tiene todas las caras que uno le quiera dar. La alienación (de los individuos) es infinita. Hay para todos los gustos, tamaños y colores: para algunos pueden ser, por ejemplo, esos lugares comunes, como las drogas, el alcohol, la televisión, la religión, las obsesiones, la farándula, a boludear por Internet, las modas y las marcas, a formar parte de una tribu urbana, las adicciones al trabajo, a los video juegos, a todo lo que se quiera pensar. Yo hace poco me aliené mucho con el Half Life 2, por ejemplo. Estuvo buenísimo.

El individuo universal, es una idea existencialista casi. Se trata de una abstracción de todo lo que puede ser, hacer y decir un individuo. No se trata de hacerse cargo, pero se trata de comprender, casi de empatizar, con toda forma individualista aleatoria (es decir, “cualquier tipo/a” y pensar: “es un individuo, como yo, como cualquier otro”. Entonces, es el denominador común, que sin embargo nos divide, pero nos ayuda a comprender que somos diferentes y que, por el momento, no hay forma de remediarlo.

(Por cierto, el individuo universal es una idea muy negativa, porque al fin y al cabo, significa que hay tantos individuos diferentes, que debe haber muchos casi iguales a cada uno, lo que nos hace reemplazables y totalmente intrascendentes para la cualquier idea de existencia común y para cualquier “causa común” o fin trascendental; sino piensen en cómo las gestas y barrabasadas medievales y antiguas terminaron como materia prima para la literatura, el cine, la TV, video juegos y otras formas de entretenimiento o producciones culturales modernas)

Y también significa que si “alguien” hizo “algo”, entonces cualquier otro individuo puede hacer cualquier otra cosa parecida, mejor o peor. Y el que dijo que “después de Auschwitz no se puede escribir poesía”, que se vaya bien a la mierda, porque desde el 12 de octubre de 1492 (calendario gregoriano) nadie podría hablar de cualquier forma de “humanismo”. Incluso, se podría poner una fecha desde antes, pero no hay ganas de hacer memoria.

Si uno presta atención, puede darse cuenta que la única forma de salir de esta tutela del individuo universal (el individualismo de todos y cada uno) ya no es la utopía como piensan los marxistas –o cualquier otro género de sectas alienadas/ntes- sino lo contrario…. La distopía, el fin de la civilización y de este mundo. Eso es lo que me resulta más interesante de las películas sobre el holocausto zombi, o cualquier otro tipo de “se va todo al carajo”. Que a partir de ese momento, la vida colectiva vuelve a tomar valor y se trasciende los -cada vez menos- valores.

martes, octubre 14, 2008

física quákera

Un año, la vuelta alrededor del sol.
Cuatro estaciones.
Tres meses cada una.
Cuatro semanas
Siete días cada uno
24 horas por cabeza
Sesenta minutos cada una
Y entre sesenta segundos
Cada minuto
Gotita a gotita de tiempo.
Y la física cuántica miden Hertz o ciertos fenómenos muy sutiles en nanosegundos… y uno se pregunta…. Como cualquier hijo de vecino…. ¿Qué carajo será esa partícula tan minúscula del flúir del tiempo?
Otra pregunta…
¿Habrán limado los griegos con microsegundos o cosas así para medir el tiempo? Y nosotros heredamos (como cualquier cabellera de colores pardos o unos despabilantes ojos celestes) esa capacidad de escaparse de lo terreno que es la razón…
Veinte milenios más tardes inventan programas que emulan inteligencias artificiales, excelente despliegue gráfico y nos disponemos a pasar el rato jugando al Half Life2.
Milenios son diez siglos
que son cien años.
cien vueltitas a una estrella en algún lugarcito del horizonte
que son como electrones haciendo elipses alrededor de un núcleo neutro-positivo.
Y que algunos sospechan que son cuerdas en 11 ¿posibles? Dimensiones
Pfffffffffff.

martes, octubre 07, 2008

alguien ayudeme a pensar lo contrario...

pero a medida que fui creciendo, voy aprendiendo que muchas personas que pueblan este mundo tienen un corazón negro como la mugre del Riachuelo y son como agujeros negros para las energías que uno invierte en hacer este mundo un poco menos triste y enfermo