A veces me lamento de que en mi vida no ocurran muchas cosas que yo llamo “mágicas”, pero a veces ocurren y no me doy cuenta, o no tengo la grandeza o humildad para reconocerlas.
El caso es que hace ya algunas semana que estoy peleado con mi hermano y lo malo del asunto es que ya no tengo más acceso a todos los discos de su propiedad privada que compró durante los años de bonanza menemista.
Dese entonces, tengo contadas ocasiones de disfrutar de cosas que en algún momento pensé que eran imprescindibles para mi. Entre ellos: The Beatles, Led Zeppelín, Serú Girán, David Bowie, Weather Report, entre otros.
Las últimas semanas, además, tenía una canción en la cabeza: “Three Views of a Secret”, de Jaco Pastorius. Muchas veces iba por la calle tarareando la melodía de la canción y a veces me lamentaba de no poder escucharla libremente, como lo hacía antes. A veces me pasa este tipo de cosas con una canción.
El viernes pasado fui a cenar con Fran y Nico a la casa de Ale. Yo tenía pensado ir a una fiesta después de la sobremesa, pero Fran se fue porque debía madrugar al día siguiente, y la combinación del cansacio por el entrenamento previo, la lluvia, y el empache por las pizzas y la ceveza me fatigaron lo suficiente como para estar en condicones de ir a una fiesta.
En un momento de la noche, etaba con Ale en su cuarto charlando y escuchando música, hasta que se me cruza una idea por la cabeza y le digo: “Che, Ale, ¿vos tenés ´Word of Mouth´?”. El me mira con cara de “qué me estás prguntando”.
Esa noche, además de oír la canción que quería oír hacia varias semanas, la disfruté mucho más por el hecho de compartirla con un amigo (que para colmo es bajista y un gran admirador de Jaco Pastorius, y según tengo entendido, nació el msmo día en que Pastorius falleció).
Recién hoy llegué a la conclusión que ese fue un momento “mágico” y me siento muy feliz por ello.
martes, marzo 20, 2007
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