jueves, noviembre 16, 2006

Breve introducción al concepto del "Idiota Local"

John Maynard Keynes, en su reconocida y polémica teoría sobre el dinero, identifica que existe, en base a otras variables tales como la tasa de interés que no me extenderé a desarrollar, una demanda y oferta de Activos Financieros, más conocidos como "acciones". Esta demanda y oferta está vinculada con la oferta monetaria especulativa, es decir, con la guita que la gente quiere meter en activos financieros para especular y meter más guita bajo el colchón o en más activos financieros.

Según el destacado economista, existen momentos en que "los particulares salen a vender sus acciones" con la esperanza de sacar una ganancia, es decir, a venderlas por un valor mayor al que lo adquirieron. Claro que se da a la inversa con la compra de acciones con la esperanza que aumenten su valor.

El problema surge... A quién vende el ejército de accionistas de Mordor cuando sus acciones valen más de lo que compraron antes?

Para ello, el doctor honoris causa Eugenio, desarrolló la teoría del "idiota local".

En síntesis, dado que el tiempo apremia:

"Cuando los particulares salen a vender sus activos financieros, siempre habrá en las principales ciudades con actividad financiera o bursátil un idiota local al que le podrán encajar sus acciones encarecidas y luego volvérselas a comprar cuando hayan bajado de precios".

El celebrado economista e historiador estadounidense, John Kennedy, autor de "Auge y Caída de las grandes potencias" efectuó la siguiente crítica a esta novedosa teoría:

"Y, estemmm... este idiota local... ¿De dónde saca su ingreso para comprar o vender estos activos financieros si oblgatoriamemente, según su teoría, siempre obtiene pérdidas por las diferencias bursátiles?"

El doctor Eugenio le hizo pito catalán.

sábado, noviembre 11, 2006

Máxima moral

En un esfuerzo actual por intentar resolver ciertas crisis privadas, estoy intentando establecer una matriz ética por la cual poder guiarme desde entonces. Por supuesto, los detalles y pormenores no son de la incumbencia de ningún lector posible o imposible de este espacio electrónico, pero lo que intentaba destacar es algo que puede resultar un poco conflictivo a la hora de establecer nuevos principios.
Obviamente, y acorde a mi espíritu Anarquista, la mejor ética posible debe ser simple, y lo menos autolimitada posible. Por tanto, el principio hipotétio que se me ha ocurrido fue:
"Ser feliz, en tanto no hacer daño al prójimo"
Como podrán notar, si bien introduce un condicionante para la felicidad, no ofrece definición taxativa alguna. Es decir, que la felicidad no sea "ser así", o "hacer tal cosa". Así que nadie está obligado a hacer algo que en verdad no quiera hacer para ajustarse a esta definición de la felicidad. Cada cual puede ser feliz haciendo lo que le gusta hacer, siendo como quiere ser, yendo a donde quiera ir, viviendo de la forma en la que quiera vivir, y creyendo lo que quiera creer...
... siempre y cuando no le haga daño a nadie.
El problema surge desde intentar definir "no hacer daño a nadie", que es la única complejidad que ofrece este modelo, y por tanto, la primera dificultad planteada al Anarquismo.
En primer lugar, estaría la ridícula situación en la que una persona sea feliz haciendo daño a los otros o a algún grupo o individuo determinado por alguna no-razón o fundamento arbitrario. Esta cuestión es desterrada a priori, y es de las pocas que por una necesidad moral, se debe establecer sanciones rigurosas. Para esto, no existen mayores discusiones.
Pero el problema será peor cuando, obdeciendo dos individuos el mismo principio ético expuesto, choquen los criterios de "no hacer daño alguno al otro".
En el primer ejemplo, se pudo resolver el problema al acusar la autocontradicción del principio, es decir, la acción contradiciendo unilateralmente el principio.
En el segundo caso, al cual procederé a dar ejemplos, la contradicción es bilateral, y se establece fuera de la esfera del principio.
Por ejemplo, aquella persona que quiere ser feliz llevando una vida austera respetando ciertos prejuicios que hacen a su "tranquilidad del estado de cosas", mientras que un ser querido por aquella persona desea, en cambio, llevar una vida por la cual supera o se rebela contra los límites del prejuicio y explora lo prohibido por una sociedad, por ejemplo, una vida sexual poligámica o licenciosa, el nomadismo, el consumo de drogas psicoactivas, la vida nocturna, entre otras cosas vedadas por la "moral y las buenas costumbres" de la sociedad.
Entonces, la primera persona (desde ahora A y B, respectivamente) se siente infeliz al saber que B hace lo que hace, y por tanto, B será infeliz porque A le establece límites a su forma de ser feliz, o bien, porque A sufre por el estilo de vida que lleva y que a B le hace realmente feliz. Es un típico caso de relación entre padres e hijos.
Ahora bien, y sin otro ejemplo que aportar fuera del mismo modelo, ¿cómo se puede salvar tal obstáculo?
Contrariando la necesidad de la simplicidad en el postulado ético, yo creo que en tal caso, lo mejor sería agregar o aclarar que esto debe entenderse en contexto con el Anarquismo, es decir, agregando un postulado o una invariable artbitraria. Claro que puede traducirse o descomponerse en lo que el Pensamiento Anarquista para mejor entendimiento, pero el problema es que se está estableciendo un límite de acción, por más que el Anarquismo se trate del no-límite de acción.
Ahora bien, para facilitar todo, pensemos lo siguiente:
"Ser feliz" (variable dependiente del individuo, por tanto, independiente) VALOR POSITIVO
"no hacer daño al prójimo" (invariable dependiente de un contexto, por tanto, artbitraria) VALOR NEGATIVO
"en el contexto del Anarquismo" (límite establecido) CAMPO DE ACCIÓN.
En este caso, yo al menos observo, que si bien esta ética analizada pueda resultar adecuada a mi criterio, al final termina estableciendo un límite de campo de acción. Lamentablemente, se podría avanzar pensando que se autocontradice porque "el contexto Anarquista" implica uuna segunda condición, por más que se trate de definir ciertos parámetros en lugar de una prohibición explícita, y ahí mi hipótesis cae por su propio peso.
En el esfuerzo por evitar una anomia que produzca mayor infelicidad que felicidad, la ética necesitó de un límite que evite la violencia caótica del absoluto. Pero para desarrollarse reduciendo posibilidad de conflictos, tuvo que ampliarse a una ideología, por más básica que sea, en común. Lamentablemente, así podría proseguir hasta constituirse un entramado ético que termine contradiciendo el Anarquismo, es decir, reglamentando muchas leyes a la acción positiva, una inequidad entre lo negativo y lo positivo.

miércoles, noviembre 08, 2006

¿Cómo sería un mundo en el que los taxis tienen ametralladoras incorporadas?

Como es de esperarse, se irían al carajo. Por cada puteada o mala maniobra de los otros conductores, tomarían el cañón y pulverizarían a peatones, bondis, y coches por igual. La policía poco podrá hacer para detener a los tachomans, que poco a poco le tomarían el gustito a eso de ametrallar al prójimo en la vía pública. El sindicato tachero se haría un oscuro antro de violencia, radio AM y corrupción y los taxis se armarían cada vez mejor, y lo que al principio Crónica TV anunciaba como un paro del gremio taxista, terminaría siendo un golpe de Estado que daría inicio a una nueva tiranía o "producción de Mel Gibson".

Años más tarde, ya no se verían nunca más ningún auto particular en toda la ciudad de Buenos Aires, y todos los ciudadanos, reprimidos sus derechos de libre circulación, se verán sometidos a tomar taxis todos los días y presenciar continuamente como los tachoman despedazan a los pocos renegados y "donadores de órganos". Pero de todas formas, surgiría la resistencia, los rebeldes.

De todas formas, siempre existió una tensa relación con la Unión de Colectiveros Argentinos que resultaban demasiado fuertes como para ser presa fácil de las ametralladoras incorporadas, pero demasiado débiles para arrollar a todos los tachoman de la ciudad. Por lo tanto, la UCA, al mando del carismático Lando Calrissian (ver foto) adoptarían una política de "ellos tienen sus negocios y nosotros tenemos nuestros negocios, que no me rompan las bolas". En sucesos históricos posteriores, el gremialista Calrissian tendría que jugar un importante papel en la lucha contra los tachoman.

Lando Calrissian.

Líder de la UCA.


Por otro lado, el líder camionero Hugo Moyano se tiraría a una pileta de desechos nucleares y mutaría en Jabba The Hutt. Dado que se involucraría en el jugoso negocio de las autopartes y el tráfico de combustible, se haría muy importante. El sacado ese que disparó en la quinta de Olivos sería identificado como Han Solo, que como el Libro Antiguo (ob. cit. Uwe Boll copyright) dice, "era un amigo del jefe hasta que se mandó la caca con el gordo, se las picó y se levantó a la princesa Leia, luego de rescatarla de las babas de Jabba the Hutt".

Líder del sindicato argentino de camioneros, antes y después de su tratamiento estético.

Jorge Hané, responsable de la mutación con reduce truck-fast.

Obviamente, el emperador es Juan Domingo Perón (zombi) y Darth Vader es... Franchela.