sábado, septiembre 09, 2006

Sexo, drogas y CAPITALISMO

Partamos desde la base que una, entre tantas otras, características y principios del capitalismo es la maximización de la ganancia y para ello es necesario la reducción de los costos. Es decir, paralelamente a todo lo que se sabe acerca de los mercados competitivos, si quiero vender ganar más, lo que hago tiene que ser lo más barato posible con respecto a lo que me costó hacerlo, es decir, la producción de la mercancía.

Bien, hagamos ahora una vaga retrospectiva sobre la "industria musical". Es por todos conocidos que la música es un arte dificil de vender en sus orígenes. Hoy quizás tenemos mil formas de consumir música (CD, mp3, televisión, entre otros) además del siempre vigente concierto o interpretación en vivo, que implica contacto directo entre músico y audiencia. Es decir, para que la audiencia (consumidor) escuche música (consuma) el músico (productor) debe estar tocando sí o sí, sino, no hay música. En los tiempos en los que la única forma de mantener el consumo de música era por medios practicamente irrealizables o bizarros (sustentar los propios músicos u orquesta o secuestrarlos), los COSTOS eran ALTOS, es decir, había una relación equivalente entre precio natural (valor social) y valor de cambio ($). Por tanto, la música no era un buen negocio, pero no por ello fue despreciado como arte. También implica una relativa menor cantidad de producción de obra musical, en función del tiempo, que como saben, eran "más largos" en aquellos tiempos.

Se entenderá todo mucho mejor si se lo compara con las innovaciones muisicales del siglo XX, que como muchos saben, fue de las artes que más se desarrollaron durante su transcurso. Me refiero en tanto a desarrollo de productores (bandas, músicos, autores, intérpretes y además el factor industria discográfica) como a la mercancía o producto (se aprecia por la cantidad y diversidad de géneros nuevos y subgéneros desarrollados, volumen de canciones/obras creadas y la inclusión del sonido eléctrico), y claro está, el consumo de la música (CD, mp3, vinilo, televisión, etc.).

Los detalles que me interesan señalar específicamente, son los siguientes:

En los tiempos de Mozart y la música denominada "clásica" el consumo a cualquier hora y lugar era impensable, además, la misma música estaba hecha para reflejar esta realidad. Aquí intento señalar que la música se interpreta por grandes orquestas y que consista en obras de una duración considerable. Además que los mismos músicos necesitaban una preparación (costos) profesional importante, es decir, no eran muy comunes los intérpretes que solo tenían una guitarra, su voz y que nunca pisaron un conservatorio, menos aún que sean reconocidos y exitosos.

En la modernidad, más precisamente desde la expansión del mercado cultural en la sociedad de consumo por los avances en tecnología y comunicación (junto a sus fenómenos), la situación es diferente.

Tenemos, por un lado, muchas bandas que no son muchos más que cuatro intérpretes, que para tocar no pasaron por años de costoso conservatorio y que para alcanzar el éxito de audiencia (y encima a nivel mundial!) no tienen más que juntarse en una sala de grabación y meses más tarde, por todo el mundo suenan en casas y bares a lo largo del mundo gracias a un esfuerzo comparativamente residual.

Es decir, hay una relación de minimización de costos entre:

1. Las grandes orquestas* con músicos profesionales de conservatorio y los músicos de veinte años, con instrumentos de fabricación industrial/masiva y capacitación breve.
2. Tiempo de interpretación porque, a pesar que existan cientos y cientos de refutaciones, podríamos afirmar generalizadamente que el tiempo de duración de cada obra se redujo considerablemente.
3. La necesidad de un músico tocando solo lo que sabe para escuchar/consumir música a la reproducción musical, que además asegura la diversificación (porque, por ejemplo, adentro de dos casettes distintos tengo dos bandas u obras distintas).
4. Educación musical costosa y de dificil acceso (conservatorio y escasos profesores particulares) y una educación musical más barata, por abundancia de profesores (mayor oferta de educación que equilibra la demanda).

Además, diversificación de la producción:

1. Amplia diferencia a nivel de VARIEDAD de géneros musicales existentes entre el siglo XX y todo lo anterior.
2. Instrumentos y técnicas de grabación y producción electrónica.
3. Industrialización del instrumento musical, que permite acceder mucho más fácil a un instrumento musical a cualquier persona.
4. Y lo anterior implica que existan una gran cantidad de intérpretes y autores que además cuentan con un amplio abanico de géneros y estilos para tocar y hacer música.

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Todo lo anterior lo escribí en alrededor de media hora. Quiero aclarar que mis nociones de economía son bastante limitadas y por eso pueden ser incogruentes.
Se acepta cualquier comentario/crítica, teniendo en cuenta nada más que esto no es nada profesional.

Eugenio

3 comentarios:

oblitterator dijo...

Ey ey agus, cómo va?

Mirá, estuve leyendo y estoy en desacuerdo en un par de puntos:

1. La producción es diferente, es decir, antes (en realidad no antes, porque me parece que vos te estás refiriendo especialmente a la etapa "clásica" de la música) no pasaba por el intérprete sino por la obra. Es decir, hoy en día pesa mucho más el hecho de tenerlo a Kurt Cobain en un disco o verlo al Mono de Kapanga en el escenario que la "obra" en sí.
No sé si es una cuestión de minimización de costos ya que yo no veo nada más minimizable que el hecho de que vos podés tener la melodía e interpretarla vos mismo (ok, en el caso de ser una orquesta se complica pero me parece que se entiende el "punto" de lo que digo). La música de hoy en día es muy personalista. Si vos ves a un pianista interpretando Chopin (bien) lo aplaudís a muerte; si ves a un chabon cantando algún tipo cantando o tocando una de Zeppelin decís "qué bueno che, pero es cover".
¿A qué se debe esto? No sé del todo bien pero desde una visión más o menos antropológica te diría que la gente de este siglo estamos necesitados de "lo real". Todo parece tan artificial, tan de plástico, que necesitamos encontrar algo real, algo que parezca verídico, que se pueda palpar. Y un músico se puede palpar (no solo con las manos sino también con los ojos, otra enfermedad nuestra) y eso se ve en los videoclips y esas sanatas.

2. Me parece muy arbitrario lo que decís. Es una visión más estética, o filosófica que económica en sí. Podés decir que todo se debe a que en nuestro mundo todo está yendo cada vez más rápido y que las soluciones tienen que ser para todo instantáneas. Pero, adjudicar que la reducción del tiempo de las obras musicales es una cuestión de "minización de costos", es errado porque es confundir capitalismo con consumismo, publicidad y técnicas de marketing (y si querés, "espíritu postmodernista).
De todas formas, sigo pensando que esos "músicos" -que tienen banditas de cuatro personas, que tomaron dos clases de guitarra, que se compraron una fender con 200 mangos en mercadolibre.com- no son músicos, son inventos de alguna discográfica. Los verdaderos músicos siguen teniendo que ir al conservatorio y siguen teniendo que deslomarse para conseguir una educación digna; el costo no es menor.

3. Por último una duda, o comentario, o tema. Hoy en día creo (CREO, no tengo bases factibles)que las ganancias de la "industria musical" (atento, ya existe poca música, ahora ella también es una "industria") van a empezar a bajar.
¿Por qué? Por internet y los Mp3. No creo que haya UNA persona que no baje o haya bajado música de internet en vez de comprarse el disco. De última, uno nada se compra los discos a manera simbólica, no para tener la música
Con lo cual no sé qué puede llegar a pasar.


Un saludo Agus!

El Rubio dijo...

1. Estoy de acuerdo. Si bien mi análisis se orientaba a una correlación entre las formas de producción y coyunturas económicas, el tuyo, como bien dijiste, apunta a un lado antropológico o cultural y es claro que es totalmente insuficiente ilustrarlas por relaciones causa-consecuencia automáticas.

2. Es verdad, es arbitrario y resulta una "insuficiente relación causa-consecuencia". Normalmente, las obras culturales reflejan de una forma u otra la cosmovisión (en relación, claro, al tiempo en el que vive el artista creador) y justamente a esta relación indirecta me quería referir. Reitero, cuando las ocasiones para el consumo de música eran limitadas, escuchar una obra entera era una oportunidad escasa y por eso resultaba viable hacer obras de veinte minutos. Actualmente, en terminos generales de nuestra sociedad, no es lo más común hacer canciones demasiado extensas, pero a la vez hay muchas más oportunidades de escuchar música. No intento decir que necesariamente los que manejan el negocio de la música moderna (en cualquiera de sus instancias) obliguen al artista a hacer una canción de determinado tiempo. (Digo necesariamente, que las hay, las hay).

2.b. (sobre las banditas de cuatro personas) En parte es verdad, porque el quinto Beatle, George Martin, era un músico profesional de conservatorio. En parte no, porque hay bandas más "caseras" que logran crear una obra musical importante desde sus limitaciones técnicas (número de músicos, entrenamiento musical) pero con su propio talento. Y el talento no se enseña, se puede pulir, pero no enseñar.

3. Es verdad, pero es un debate muy actual y no sabemos cómo se va a desenvolver en el futuro.

Gracias por tus comentarios, y un gran abrazo, Juan!

oblitterator dijo...

2.b. Sí, cierto, cierto... pero en general las bandas que llegan a la fama puede ser por talento nada más, pero están algo acompañadas de instrucción. Lamentablemente, siglo XXI, nos trae gracias a la publicidad esas horribles bandas sin una pizca de talento ni de conocimiento que llenan teatros.

Saludetes!