No me gusta ser presumido, pero creo que a veces me pasan cosas raras.
Al parecer tengo una especial afinidad con los extranjeros, anoche fue la segunda vez que un extranjero me invitaba una cerveza en un bar. La primera vez fue una noche que decidí ir a ver, yo solo, una banda por el nuevo y cheto "bajo". Se sentaron en mi mesa una tucumana simpatiquísima y un holandés, una pareja de cuarenta años, más o menos. Nos hicimos amigos rápidamente.
Anoche, me crucé con Nordin. "Nordin", hace algunos años era un lugar. En alguna otra época de mi breve vida, solíamos ir con mis amigos a Nordin, sobre la primera paralela de Rivadavia, perpendicular con Av. La Plata. Llegamos a frecuentar, en cierta medida aquel lugar. A mi me fascinaba. Pasaban músicas negras de las viejas, jazz, rock, soul, mucho blues, y también flamenco y otras músicas étnicas. En cada mesa había una botella que estaba embadurnada de cera, porque les iban prendiendo una vela tras otras, y la cera se acumulaba. Había también una heladera cubierta de cera. Recuerdo narguiles, motivos arabescos, fotos de músicos negros ígnotos. Muy pintoresco todo. Lo llamábamos "el bar marroquí", porque "Nordin" significaba en lengua marroquí "Claro de Luna".
Ahora, y desde mi punto de vista, Nordin no es más un lugar, es una persona. Es el mismo tipo que trabajaba en el lugar. Recuerdo muy bien la última vez que lo vimos con Ale, nos dijo: "este es su bar, yo solo trabajo aquí". Anoche lo vi fuera de Bellagamba, mi nuevo lugar de noche.
Dijo que cerró el bar porque no podía conocer Buenos Aires, y dice que algo está pasando. Nunca me caractericé por mi buena memoria, pero recuerdo que dijo algo de un túnel, y que en Buenos Aires es el lugar donde se está juntando la paz y el amor. Seguramente me lo habrá dicho de una forma más coherente a como ahora lo puedo evocar.
También dijo, al igual que mi hermano, que hay un aura alrededor mío, él la podía ver: "Tienes el gen de la aceptación", pretendo recordar. Y por algunna razón rara, también me preguntó si yo confiaba en mi mismo, cosa que le respondí que no. Me dijo que era difícil, pero debía confiar en mí...
Así que, al parecer en Buenos Aires están ocurriendo cosas raras, y están dando vueltas algunas energías. La última vez que me crucé con Lula, otra de mis "guías" en cuestiones espirituales, me dijo que las estrellas estaban enloqueciendo...
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